Tarot de los Enamorados

Descripción del servicio

Mezcla las cartas y divídelas en tres grupos. Te contaré tu pasado, presente y futuro en el amor y las relaciones. Revisaré cualquier obstáculo que te impida progresar en tus relaciones para que te empoderes con el conocimiento necesario para saber qué es lo mejor para seguir adelante. Descubre cómo piensa y siente realmente tu amor por ti y por qué. ¿Estoy con mi alma gemela o es alguien que está por venir? ¿Conoceré pronto a la persona adecuada? ¡Y mucho más! El amor siempre ha sido un desafío a lo largo de la historia, y las cosas no se han vuelto mucho más fáciles según a quién le preguntes. El beneficio de una lectura del amor es ayudarte a saber dónde te encuentras en tu relación actual y, si hay problemas, si es posible resolverlos o no. Esta es una lectura muy detallada. En 1781, un francmasón francés (y exministro protestante) llamado Antoine Court de Gebelin publicó un complejo análisis del Tarot, en el que reveló que su simbolismo provenía, de hecho, de los secretos esotéricos de sacerdotes egipcios. De Gebelin continuó explicando que este antiguo conocimiento oculto había sido llevado a Roma y revelado a la Iglesia Católica y a los papas, quienes deseaban desesperadamente mantener en secreto este arcano conocimiento. En su ensayo, el capítulo sobre los significados del Tarot explica el simbolismo detallado de las obras del Tarot y las conecta con las leyendas de Isis, Osiris y otros dioses egipcios. El mayor problema con la obra de De Gebelin es que realmente no existía evidencia histórica que la respaldara. Sin embargo, esto no impidió que los europeos adinerados se sumaran a la moda del conocimiento esotérico, y a principios del siglo XIX, se producían barajas de naipes como el Tarot de Marsella con obras basadas específicamente en el análisis de De Gebelin. En 1791, Jean-Baptiste Alliette, ocultista francés, publicó la primera baraja de Tarot diseñada específicamente con fines adivinatorios, más que como un juego de salón o entretenimiento. Unos años antes, había respondido a la obra de De Gebelin con un tratado propio, un libro que explicaba cómo usar el Tarot para la adivinación. A medida que se expandía el interés ocultista por el Tarot, este se asoció más con la Cábala y los secretos del misticismo hermético. A finales de la época victoriana, el ocultismo y la espiritualidad se habían convertido en pasatiempos populares para las aburridas familias de la clase alta. No era raro asistir a una fiesta en una casa y encontrarse con una sesión espiritista, o con alguien leyendo la palma de la mano o leyendo las hojas de té en un rincón.